¿Qué es un síndrome de ovario poliquístico?

 

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El síndrome de ovario poliquístico es un problema de salud frecuente que puede afectar tanto a adolescentes como a mujeres de más edad. Aunque no se conocen sus causas, parece estar relacionado con los desequilibrios hormonales.

Tanto las chicas como los chicos fabrican hormonas sexuales, pero en diferentes cantidades. En las chicas, los ovarios fabrican las hormonas estrógeno y progesterona, así como andrógenos. Estas hormonas regulan el ciclo menstrual, así como la ovulación (el momento en que se libera el óvulo). Aunque a veces los andrógenos se conocen como «hormonas masculinas», todas las mujeres los fabrican.

En las chicas con síndrome de ovario poliquístico, los ovarios fabrican cantidades de andrógenos más elevadas de lo normal y esto puede interferir en el desarrollo y la liberación del óvulo. A veces, en vez de la formación y la maduración de óvulos, se desarrollan quistes en los ovarios, que son pequeñas bolsas llenas de líquido que pueden aumentar de tamaño. Puesto que las chicas con síndrome de ovario poliquístico no ovulan ni liberan un óvulo cada mes, es habitual que tengan periodos irregulares o que no les venga la menstruación.

Aunque el síndrome de ovario poliquístico (que antes se llamaba «síndrome de Stein-Leventhal») se identificó por primera vez en la década de los años treinta del siglo XX, los médicos todavía no conocen sus causas con certeza. Las investigaciones sugieren que puede estar relacionado con un aumento de la fabricación de insulina en el cuerpo. Las mujeres con síndrome de ovario poliquístico es posible que produzcan demasiada insulina, lo que estimula a sus ovarios a liberar un exceso de hormonas masculinas. El síndrome de ovario poliquístico parece darse por familias, de modo que si lo padece alguna pariente tuya, tú podrías ser proclive a desarrollarlo.

Si el síndrome de ovario poliquístico no se trata de una forma adecuada, puede exponer a las afectadas a muchos problemas. Las chicas que lo padecen son proclives a la infertilidad, un crecimiento excesivo del vello corporal, el acné, la obesidad, la diabetes, la cardiopatía, la hipertensión, los sangrados uterinos anormales y el cáncer.

La buena noticia es que, a pesar de que el síndrome de ovario poliquístico no tiene cura, se puede tratar. El paso más importante consiste en diagnosticarlo, porque el hecho de recibir un tratamiento adecuado reduce las probabilidades de que las afectadas desarrollen problemas graves.

¿Cuáles son los signos y los síntomas?

Un síntoma clave del síndrome de ovario poliquístico es tener periodos menstruales irregulares o faltas de la menstruación, porque las consecuencias de esta afección sobre los ovarios pueden hacer que se deje de ovular. De todos modos, puesto que una chica puede tardar hasta dos años en presentar períodos menstruales regulares desde su primera menstruación, puede costar mucho reconocer este síntoma en las adolescentes. El desequilibrio hormonal propio de este síndrome puede desencadenar cambios en todo el cuerpo, no solo en los ovarios.

Por eso, los médicos se fijan en esos otros signos que también pueden indicar la presencia de este síndrome:

Periodos muy fuertes (o copiosos) o irregulares.
Aumento de peso, obesidad o dificultad para mantener un peso normal, sobre todo cuando el peso se concentra alrededor de la cintura.
Una afección denominada hirsutismo, donde la chica tiene un exceso de vello en el rostro, el pecho, el abdomen, el área del pezón o la espalda (de todos modos, tener un poco de vello en estas zonas es un rasgo completamente normal en muchas chicas).
Pérdida de cabello en la cabeza (los médicos lo denominan alopecia).
Acné y poros obstruidos.
Oscurecimiento y engrosamiento de la piel de alrededor de cuello, las axilas o los senos (afección denominada acantosis pigmentaria).
Hipertensión, colesterol alto o diabetes (concentración elevada de azúcar en sangre).
Las niñas que presentan de forma precoz algunos signos de la pubertad, como el desarrollo del vello púbico o axilar antes de los ocho años, tienen un riesgo incrementado de padecer un síndrome de ovario poliquístico más adelante.

¿Cómo se diagnostica?

Si has consultado tus síntomas con tu médico, vas por buen camino. Es posible que él te remita a un ginecólogo o a un endocrinólogo para que te haga un diagnóstico.

El ginecólogo o el endocrinólogo te preguntará sobre cualquier síntoma o preocupación que puedas tener, tu salud en el pasado, la de tu familia, los medicamentos que tomas, las alergias que tienes y otras cuestiones. También te hará muchas preguntas específicas sobre tu período menstrual y sus irregularidades. Esto le permitirá tener tus antecedentes médicos.

Aparte de preguntarte sobre tus antecedentes médicos, el médico te hará un examen físico, que incluirá pesarte y evaluar algunos signos específicos, como el acné, el crecimiento del vello y el oscurecimiento de la piel. Es posible que te haga un examen ginecológico para descartar otras posibles causas de tus síntomas, pero esto no siempre es necesario para hacer el diagnóstico.

Es posible que el médico también te pida un análisis de sangre para diagnosticar un síndrome de ovario poliquístico u otras afecciones, como los problemas de la tiroides, de los ovarios o de otras glándulas. Los análisis de sangre permiten medir las concentraciones de andrógenos, insulina y otras hormonas. Los resultados de estas pruebas pueden ayudar a los médicos a determinar el tipo de tratamiento que debes recibir.

El médico también te puede solicitar una ecografía para verte los ovarios y determinar si tienes quistes u otras anomalías. Pero, puesto que los quistes no siempre se pueden ver, no siempre se utiliza esta prueba.

El diagnóstico y el tratamiento temprano del síndrome de ovario poliquístico son fundamentales, porque esta afección expone a las afectadas al riesgo de desarrollar problemas a largo plazo. Recibir un tratamiento adecuado también es muy importante si se quiere tener un bebé en el futuro, ya que esta afección suele provocar infertilidad si no se trata. Pero, cuando se trata adecuadamente, muchas mujeres que lo padecen tienen bebés completamente sanos.

Asimismo, muchas chicas con síndrome de ovario poliquístico se pueden quedar embarazadas. Si mantienes relaciones sexuales, necesitas utilizar preservativos en cada ocasión para no quedarte embarazada ni contraer ninguna enfermedad de transmisión sexual (ETS). Esto es muy importante, independientemente de que padezcas o no un síndrome de ovario poliquístico.

¿Cómo se trata?

Aunque el síndrome de ovario poliquístico no tiene cura, hay varias formas de tratar y de controlar esta afección.

Si una chica tiene sobrepeso u obesidad, el médico le recomendará perder peso. La pérdida de peso puede ir muy bien para atenuar muchos de los problemas de salud relacionados con el síndrome de ovario poliquístico, como la hipertensión y la diabetes. A veces, sólo con perder peso, se consigue restaurar las concentraciones hormonalejavascript:void(0)s normales y, como consecuencia, muchos de los síntomas desaparecen o disminuyen.

Tu médico o un nutricionista titulado puede ver lo que comes y tu nivel de ejercicio y de actividad física a fin de diseñar un programa para perder peso hecho a tu medida. El ejercicio es una gran forma de combatir el aumento de peso que suele acompañar al síndrome de ovario poliquístico, así como una forma de reducir la hinchazón, otro de los síntomas que a veces experimentan las chicas que padecen esta afección.

A veces, los médicos recetan medicamentos para tratar el síndrome de ovario poliquístico. Al principio, el médico puede recetar anticonceptivos orales para ayudar a equilibrar las concentraciones hormonales en el organismo y regular el ciclo menstrual. Los anticonceptivos orales también pueden ayudar a controlar el acné y el crecimiento excesivo del vello en algunas chicas, pero no funcionan en todos los casos.

Otros medicamentos que se utilizan para tratar esta afección son los antiandrógenos, que contrarrestan los efectos del exceso de andrógenos en el organismo. Los antiandrógenos pueden ayudar a aliviar los problemas de piel y de crecimiento del vello en las chicas que padecen este síndrome.

La metformina, un medicamento que se utiliza para tratar la diabetes, puede reducir la concentración de la insulina en sangre. A algunas chicas con síndrome de ovario poliquístico, les puede ayudar a controlar la ovulación y la concentración de andrógenos, lo que puede contribuir a regularizar el ciclo menstrual. Algunas adolescentes y mujeres de más edad tratadas con metformina también experimentan pérdida de peso y reducción de la hipertensión.

Cómo afrontar el síndrome de ovario poliquístico

Padecer el síndrome de ovario poliquístico puede ser muy duro para la autoestima de una chica porque algunos de sus síntomas, como los problemas en la piel, el vello corporal y la ganancia de peso, son claramente visibles. Por suerte, hay medidas que puedes tomar para reducir los síntomas físicos y, así, te podrás centrar en el componente emocional de vivir con este síndrome.

Aunque los medicamentos utilizados para tratar el síndrome de ovario poliquístico reducen o detienen el crecimiento excesivo del vello en muchas chicas, existen distintos tipos de productos que ayudan a eliminar el vello en los lugares donde más disgusta tenerlo. Las cremas depilatorias permiten eliminar con facilidad el vello facial en el bigote o la barbilla. Asegúrate de seguir atentamente las instrucciones de uso para no desarrollar una erupción o una reacción alérgica.

Depilar el vello con cera o con pinzas son otras formas de controlar los efectos de su crecimiento (sea en casa o en un salón de belleza). También puedes ir a un dermatólogo (un médico especializado en problemas de la piel) o a un especialista cualificado en tratamientos de depilación por electrolisis o láser quirúrgico. Estos procedimientos permiten eliminar el vello no deseado durante mucho más tiempo, pero también son mucho más caros.

Si tienes un acné grave como síntoma del síndrome de ovario poliquístico, este podría mejorar si parte de tu tratamiento incluye los anticonceptivos orales o los antiandrógenos. Si tu acné no mejora tras el tratamiento, tu médico te podría remitir a un dermatólogo para que te lo trate. El dermatólogo también podría recomendarte medicamentos para reducir el oscurecimiento de la piel y para prevenir el crecimiento excesivo del vello.

Algunas chicas que padecen un síndrome de ovario poliquístico se deprimen; en estos casos, puede serles de ayuda hablar con un terapeuta u otro profesional de la salud mental. Hablar con otras adolescentes y con mujeres de más edad que padecen la misma afección es una buena forma de compartir información sobre su tratamiento y de obtener apoyo. Tu médico te puede recomendar un grupo de apoyo en tu localidad.

Menstruación y el ciclo menstrual

¿Qué es la menstruación?

La menstruación es el sangrado mensual de una mujer, también denominada periodo. Durante la menstruación, su cuerpo está liberándose del recubrimiento del útero (matriz). La sangre menstrual fluye del útero a través de una pequeña abertura en el cuello uterino, y sale del cuerpo a través de la vagina. La mayoría de los periodos menstruales duran de tres a cinco días.

¿Qué es el ciclo menstrual?

La menstruación es parte del ciclo menstrual, el cual prepara su cuerpo para el embarazo cada mes. Un ciclo se cuenta desde el primer día de un periodo hasta el primer día del siguiente periodo. El ciclo menstrual promedio tiene una duración de 28 días. Los ciclos pueden oscilar de 21 a 35 días en las mujeres adultas, y de 21 a 45 días en las jovencitas.

Para que se presente el ciclo menstrual, durante el mes se presenta un aumento y disminución de unas sustancias químicas del cuerpo denominadas hormonas.

¿Qué sucede durante el ciclo menstrual?

En la primera mitad del ciclo, los niveles de estrógeno (la «hormona femenina») comienzan a aumentar y hacen que el recubrimiento del útero (matriz) crezca y se engrose. Al mismo tiempo, comienza a madurar un óvulo en uno de los ovarios. Aproximadamente en el día 14 de un ciclo típico de 28 días, el óvulo abandona el ovario. Esto se denomina ovulación.

Después de que el óvulo abandona el ovario, viaja a través de la trompa de Falopio hacia el útero. Los niveles hormonales aumentan y ayudan a preparar el recubrimiento del útero para el embarazo. La mayor probabilidad de embarazo de una mujer es durante los tres días antes de la ovulación o en el día de la ovulación. Tenga en cuenta que las mujeres con ciclos de menor o mayor duración que el promedio pueden ovular antes o después del día 14.

Si el óvulo es fertilizado por un espermatozoide y se implanta en la pared uterina, la mujer queda embarazada. Si el óvulo no es fertilizado, se destruye. Si no ocurre el embarazo, los niveles hormonales caen, y el recubrimiento engrosado del útero se desprende durante el periodo menstrual.

En el siguiente diagrama, el óvulo abandonó el ovario y está en su camino a través de la trompa de Falopio hacia el útero.

¿Cómo es un periodo menstrual típico?

Durante su periodo, el recubrimiento engrosado del útero y el exceso de sangre son eliminados a través del canal vaginal. Es posible que su periodo no sea igual todos los meses y quizás no sea igual al periodo de otras mujeres. Los periodos pueden ser poco abundantes, moderados o abundantes, y la duración del periodo también varía. Aunque la mayoría de los periodos duran de tres a cinco días, es normal cualquier duración de dos a siete días. Durante los primeros años después de que comienza la menstruación, es común que se presenten ciclos más largos. Con la edad, el ciclo de una mujer tiende a acortarse y a volverse más regular. La mayor parte del tiempo, los periodos se presentarán a intervalos de 21 a 45 días.

¿Qué tipo de problemas tienen las mujeres con sus periodos?

diagrama de la matriz - trompa de falopio - ovarios - utero (matiz) - cuello uterino - vagina

Las mujeres pueden tener diferentes problemas con sus periodos, incluidos dolor, sangrado abundante y periodos ausentes.

  • Amenorrea: la falta de un periodo menstrual. Este término se utiliza para describir la ausencia de un periodo en:
    • Las mujeres jóvenes que a los 15 años todavía no han comenzado a menstruar
    • Las mujeres que acostumbran tener periodos regulares, pero no han tenido uno durante 90 días
    • Las mujeres jóvenes que no han tenido un periodo durante 90 días, incluso si no hace mucho que comenzaron a menstruar

Las causas pueden incluir embarazo, amamantamiento y una pérdida extrema de peso por una enfermedad grave, trastornos alimenticios, ejercicio excesivo o estrés. Pueden estar involucrados algunos problemas hormonales, como los causados por el síndrome de ovarios poliquísticos (polycystic ovarian syndrome, PCOS), o problemas de los órganos reproductivos. Es importante hablar con un médico.

  • Dismenorrea: periodos dolorosos, incluidos cólicos muy fuertes. Por lo general, cuando los cólicos menstruales se presentan en jovencitas, la causa es una cantidad excesiva de una sustancia química denominada prostaglandina. La mayoría de las jovencitas con dismenorrea no tienen una enfermedad grave, aunque los cólicos pueden ser fuertes. En las mujeres mayores, algunas veces el dolor es causado por una enfermedad o afección, como los miomas uterinos o la endometriosis. Para algunas mujeres, utilizar una almohadilla térmica o tomar un baño caliente ayuda a aliviar sus cólicos. Estos síntomas también pueden tratarse con analgésicos de venta sin receta médica, como ibuprofeno (por ejemplo, Advil®, Motrin®, Midol® Cramp), ketoprofeno (por ejemplo, Orudis® KT®) o naproxeno (por ejemplo, Aleve®). Usted debe consultar a un médico si no se alivia el dolor con estos medicamentos o si el dolor interfiere con las actividades laborales o escolares. El tratamiento depende de lo que esté causando el problema y de cuán grave sea.
  • Sangrado uterino anormal: un sangrado vaginal que es diferente de los periodos menstruales normales. Este tipo de sangrado incluye periodos inusualmente largos o con un sangrado muy abundante, periodos que son muy cercanos uno del otro y sangrado entre los periodos. Tanto en las jovencitas como en las mujeres cercanas a la menopausia, los cambios hormonales pueden causar periodos largos junto con ciclos irregulares. Incluso si la causa es un cambio hormonal, existen tratamientos disponibles. Estos cambios también pueden presentarse por otros problemas médicos graves como los miomas uterinos, pólipos o incluso cáncer. Si se presentan estos cambios, debe consultar a un médico. El tratamiento de los sangrados anormales depende de la causa.

¿A qué edad generalmente tiene una niña su primer periodo?

En los Estados Unidos, la edad promedio es 12 años. Esto no significa que todas las niñas comiencen a la misma edad. Una niña puede comenzar su periodo en cualquier momento entre los ocho y los 15 años. Por lo general, el primer periodo comienza aproximadamente dos años después de que los senos comienzan a crecer. Si una niña no ha tenido su primer periodo a los 15 años, o si han pasado más de dos a tres años desde que sus senos comenzaron a crecer, debe consultar a un médico.

¿Por cuánto tiempo tiene una mujer periodos?

Por lo general, las mujeres tienen periodos hasta la menopausia. La menopausia se presenta entre los 45 y 55 años de edad, por lo general alrededor de los 50 años. La menopausia significa que una mujer ya no está ovulando (produciendo óvulos) y ya no puede quedar embarazada. Al igual que la menstruación, la menopausia puede variar de una mujer a otra, y es posible que los cambios tarden varios años en presentarse. El lapso en que su cuerpo comienza a cambiar hacia la menopausia se denomina transición menopáusica. Este periodo puede durar de dos a ocho años. Algunas mujeres tienen una menopausia temprana debido a una cirugía u otro tratamiento, una enfermedad u otras razones. Si una mujer no tiene su periodo durante 90 días, debe consultar a su médico para verificar si está embarazada, tiene menopausia temprana o tiene otro problema médico que pueda causar que los periodos se interrumpan o se vuelvan irregulares.

¿Cuándo debo consultar a un médico acerca de mi periodo?

Usted debe consultar a un médico si:

  • No ha comenzado a menstruar a los 15 años o han pasado tres años desde que sus senos comenzaron a crecer, o si los senos no han comenzado crecer a los 13 años
  • Su periodo se interrumpe repentinamente durante más de 90 días
  • Sus periodos se vuelven muy irregulares después de haber tenido ciclos mensuales regulares
  • Su periodo tiene una frecuencia menor a los 21 días o mayor a los 45 días
  • Presenta sangrado durante más de siete días
  • Su sangrado es más abundante que lo usual o está utilizando más de una toalla higiénica o un tampón cada una a dos horas
  • Tiene sangrado entre los periodos
  • Tiene un dolor intenso durante su periodo
  • Repentinamente tiene fiebre y se siente enferma después de utilizar tampones

¿Con qué frecuencia debo cambiar mi toalla higiénica/tampón?

Las toallas higiénicas deben cambiarse tan frecuentemente como sea necesario, antes de que la toalla higiénica este empapada de sangre. Cada mujer decide lo que mejor funciona para ella. Los tampones deben cambiarse por lo menos cada cuatro a ocho horas. Asegúrese de utilizar el tampón de la menor capacidad de absorción que necesite para su flujo. Por ejemplo, utilice la capacidad de absorción júnior o regular en el día de flujo menos abundante de su periodo. Si utiliza un tampón de súper absorción en sus días de flujo menos abundante, tendrá un mayor riesgo de síndrome de shock tóxico (toxic shock syndrome, TSS). El TSS es una enfermedad poco frecuente pero algunas veces fatal. Las mujeres jóvenes pueden tener una mayor probabilidad de padecer TSS. El uso de cualquier tipo de tampón, de cualquier capacidad de absorción, implica un mayor riesgo de TSS que las toallas higiénicas. El riesgo de TSS puede disminuirse o evitarse no utilizando tampones, o alternando entre tampones y toallas higiénicas durante su periodo.

La Administración de Drogas y Alimentos (Food and Drug Administration, FDA) aconseja lo siguiente para ayudar a evitar los problemas con los tampones:

  • Siga las instrucciones del empaque para la inserción.
  • Elija la menor capacidad de absorción para su flujo.
  • Cambie su tampón por lo menos cada cuatro a ocho horas.
  • Considere alternar entre toallas higiénicas y tampones.
  • Conozca las señales de advertencia del TSS (vea a continuación).
  • No utilice tampones entre los periodos.

Si presenta alguno de los siguientes síntomas del TSS cuando utilice tampones, extraiga el tampón y comuníquese con su médico inmediatamente:

  • Fiebre alta repentina (más de 102 grados)
  • Dolores musculares
  • Diarrea
  • Vómitos
  • Mareo y/o desmayo
  • Sarpullido similar a una quemadura de sol
  • Dolor de garganta
  • Ojos inyectados en sangre

Trastornos en el desarrollo del aparato reproductor femenino

Son problemas en los órganos reproductores de una bebé. Estos ocurren mientras ella está creciendo en el vientre de la madre.

Los órganos reproductores femeninos abarcan la vagina, los ovarios, el útero y el cuello uterino.

Causas
Un bebé empieza a desarrollar sus órganos reproductores entre las semanas 4 y 5 del embarazo y este desarrollo continúa hasta la semana 20 del embarazo.

El desarrollo es un proceso complejo. Puede interrumpirse por muchas razones. La gravedad del problema del bebé depende de cuándo ocurrió la interrupción. En general, el problema será más extenso cuanto más temprano ocurran los problemas del desarrollo en el útero. Los problemas en el desarrollo de los órganos reproductores de una niña pueden ser causados por:

Genes defectuosos o faltantes (defecto genético)
El uso de ciertas drogas durante el embarazo

Por ejemplo, algunos bebés pueden tener un defecto genético que impide que su cuerpo produzca una enzima (proteína) llamada 21-hidroxilasa que la glándula suprarrenal necesita para producir hormonas como el cortisol y aldosterona. Esta afección se llama hiperplasia suprarrenal congénita. Si una bebé en desarrollo carece de esta enzima, nacerá con un útero, ovarios y trompas de Falopio. Sin embargo, sus órganos genitales externos se parecerán a los que se encuentran en los niños.

Ciertas drogas que la madre toma pueden pasar al torrente sanguíneo de la bebé y pueden interferir con el desarrollo de órganos. Una droga conocida por hacer esto es el dietilestilbestrol (DES). Los proveedores de atención médica solían recetar esta medicina a las mujeres embarazadas para prevenir el aborto espontáneo y un parto prematuro. Sin embargo, los científicos se dieron cuenta de que las niñas nacidas de mujeres que tomaron esta droga tenían un útero anormalmente formado. La droga también aumentaba las probabilidades de las hijas de desarrollar una forma rara de cáncer vaginal.

Algunas veces, se puede observar un trastorno del desarrollo tan pronto como la bebé nace y puede causar afecciones potencialmente mortales en la recién nacida. Otras veces, la afección no se diagnostica hasta que la niña es mayor.

El aparato reproductor se desarrolla cerca del aparato urinario y de los riñones e igualmente se desarrolla al mismo tiempo que algunos otros órganos. Como resultado, los problemas del desarrollo en el aparato reproductor femenino a veces ocurren con problemas en otras zonas, entre ellas, el aparato urinario, los riñones, los intestinos y la parte baja de la columna.

Los trastornos del desarrollo del aparato reproductor femenino incluyen intersexualidad y genitales ambiguos.

Otros trastornos del desarrollo del aparato reproductor femenino incluyen:

Anomalías de la cloaca: la cloaca es una estructura tubular. En las fases tempranas del desarrollo de un bebé, el aparato urinario, el recto y la vagina desembocan en este único tubo. Pero, posteriormente en el desarrollo, las 3 zonas se separan y tienen sus propias aberturas. Si la cloaca persiste a medida que la bebé crece en el útero, no se forman ni separan todas las aberturas. Por ejemplo, una bebé puede nacer con sólo 1 abertura en la parte de abajo del cuerpo, cerca de la zona rectal, y la orina y las heces no pueden ser eliminadas del cuerpo. Esto puede causar hinchazón del estómago y problemas respiratorios. Algunas anomalías de la cloaca pueden hacer que una niña luzca como si tuviera el pene de un hombre. Estas anomalías congénitas son poco comunes.
Problemas con los órganos genitales externos: los problemas del desarrollo pueden llevar a una hinchazón del clítoris o fusión de los labios (cuando los pliegues de tejido alrededor de la abertura de la vagina se juntan). La mayor parte de los otros problemas de este tipo están relacionados sobre todo con intersexualidad y genitales ambiguos.
Himen imperforado: El himen es un tejido delgado que cubre parcialmente la abertura de la vagina. Un himen imperforado bloquea completamente la abertura vaginal, de tal manera que la sangre menstrual o el moco no pueden salir del cuerpo, lo que lleva a menudo a que se presente hinchazón dolorosa de la vagina. Algunas veces, el himen tiene sólo una abertura muy pequeña. Es posible que este problema no se descubra hasta la pubertad. Algunas bebés nacen sin himen. Esto no se considera anormal.
Problemas ováricos: Una niña puede tener un ovario extra, tejido extra fijado a un ovario o estructuras llamadas ovotestis que tienen tejido masculino y femenino.
Problemas del útero y del cuello uterino: Los problemas del desarrollo pueden hacer que una niña nazca con un cuello uterino y útero extra, un útero parcialmente formado o un bloqueo del útero. Normalmente, las niñas nacidas con medio útero y media vagina carecen de riñón en el mismo lado del cuerpo.
Problemas vaginales: Una niña puede nacer sin vagina o tener la abertura vaginal obstruida por una capa de células que están más altas en la parte de arriba de la vagina que donde está el himen. La ausencia de vagina muy a menudo se debe al síndrome de Rokitansky-Kuster-Hauser. En este síndrome, la bebé carece de parte o de todos los órganos reproductores internos (útero, cuello uterino y trompas de Falopio). Otras anomalías abarcan el hecho de tener 2 vaginas o una vagina que desemboca en el aparato urinario, un útero en forma de corazón y un útero con una pared en la mitad de la cavidad.

Síntomas

Los síntomas varían de acuerdo con el problema específico y pueden abarcar:

Las mamas no crecen.
Usted no puede vaciar la vejiga.
Protuberancia en el área estomacal, generalmente debido a sangre o moco que no puede salir.
Flujo menstrual que ocurre a pesar del uso de un tampón (un signo de una segunda vagina).
Dolor o cólicos mensuales sin la menstruación.
Ausencia de menstruación (amenorrea).
Dolor con la relación sexual.
Abortos espontáneos o nacimientos prematuros repetitivos (puede deberse a un útero anormal).

Pruebas y exámenes

El proveedor puede notar signos de un trastorno del desarrollo inmediatamente. Tales signos pueden ser:

Vejiga anormal
Cuello uterino ausente o anormal
Vejiga en la parte externa del cuerpo
Genitales que son difíciles de identificar como niña o como niño (genitales ambiguos)
Labios que están fusionados o de tamaño inusual
Ausencia de aberturas en la zona de los genitales o una abertura rectal única
Clítoris hinchado

La zona abdominal puede estar hinchada o se puede sentir una protuberancia en la ingle o el abdomen. El proveedor puede notar que el útero no se siente normal.

Los exámenes pueden incluir:

Endoscopia del abdomen
Cariotipado (prueba genética)
Niveles hormonales, especialmente testosterona y cortisol
Ecografía o resonancia magnética de la zona pélvica
Electrólitos en suero y orina

Tratamiento

Los médicos recomiendan a menudo la cirugía para las niñas con problemas de desarrollo de los órganos reproductores internos. Por ejemplo, una vagina obstruida frecuentemente puede corregirse con la cirugía.

Si la bebé no tiene vagina, el proveedor puede prescribir un dilatador cuando la niña llegue a la vida adulta. Un dilatador es un dispositivo que ayuda a estirar o ensanchar la zona donde se supone que está la vagina. Este proceso no quirúrgico tarda de 4 a 6 meses. También puede hacerse una cirugía para crear una nueva vagina. Asimismo, la cirugía debe hacerse cuando la joven mujer sea capaz de usar un dilatador para mantener la nueva vagina abierta.

Se han reportado buenos resultados tanto con los métodos quirúrgicos como los no quirúrgicos.

El tratamiento de anomalías de la cloaca normalmente involucra múltiples cirugías complejas para arreglar cualquier problema con el recto, la vagina y el aparato urinario.

Si la anomalía congénita causa complicaciones potencialmente mortales, la primera cirugía se hace poco después el nacimiento. También pueden hacerse cirugías para otros trastornos del desarrollo de los órganos reproductores mientras la niña es una bebé y algunas cirugías pueden retrasarse hasta que la niña sea mucho mayor.

El reconocimiento oportuno es importante, particularmente en los casos de genitales ambiguos. Debe pensarse muy bien antes de asignar un género (decidir si el bebé será niño o niña). El tratamiento debe incluir terapia para los padres. El niño también necesitará terapia conforme vaya creciendo.
Grupos de apoyo

El apoyo es muy importante para las familias de niños a quienes se les diagnostican anomalías de los órganos sexuales y reproductores. Los expertos también recomiendan asesoría y grupos de apoyo para los niños mismos, a medida que van creciendo.

Diversos grupos de apoyo pueden diferir en sus concepciones respecto a este tema tan sensible. Se recomienda entonces que la persona busque uno que apoye sus concepciones y sentimientos sobre el tema.

Las organizaciones de apoyo incluyen:

CARES Foundation: http://www.caresfoundation.org
Congenital Adrenal Hyperplasia Education and Support Network: http://www.congenitaladrenalhyperplasia.org
DES Action USA: http://www.desaction.org
Intersex Society of North America: http://www.isna.org

Posibles complicaciones

Las anomalías de la cloaca pueden causar complicaciones potencialmente mortales al nacer.

Igualmente, se pueden desarrollar complicaciones potenciales si el diagnóstico se hace tarde o en forma equivocada. Se pueden encontrar que niños con genitales ambiguos a quienes se les asigna un género tienen órganos internos relacionados con el sexo opuesto a aquel con el cual fueron criados. Esto puede causar sufrimiento psicológico intenso.

Los problemas sin diagnosticar en el aparato reproductor de una niña pueden llevar a infertilidad y dificultades sexuales.

Otras complicaciones que ocurren después en la vida abarcan:

Endometriosis
Dar a luz demasiado pronto (parto prematuro)
Protuberancias abdominales dolorosos que requieren cirugía
Abortos espontáneos repetitivos

Cuándo contactar a un profesional médico

Llame a su proveedor si su hija presenta lo siguiente:

Órganos genitales de apariencia anormal
Rasgos masculinos
Dolor y cólicos mensuales en la pelvis, pero no hay menstruación
No ha comenzado la menstruación hacia la edad de 16 años
No ha comenzado a desarrollar mamas en la pubertad
Ausencia de vello púbico en la pubertad
Protuberancias inusuales en el abdomen o la ingle

Prevención

Las mujeres embarazadas deben ser extremadamente cuidadosas de no manipular ninguna sustancia que contenga hormonas masculinas. Igualmente, es importante que una mujer embarazada verifique antes de tomar cualquier tipo de medicina o suplementos como prasterona.

Sin embargo, aún se pueden presentar problemas del desarrollo con un bebé, incluso si la madre hace todo lo posible para garantizar un embarazo saludable.
Nombres alternativos

Defecto congénito – vagina, ovarios, útero y cuello uterino; Defecto congénito – vagina, ovarios, útero y cuello uterino; Trastorno en el desarrollo del aparato reproductor femenino

Referencias

Diamond DA, Yu RN, Disorders of sexual development. In: Wein AJ, Kavoussi LR, Partin AW, Peters CA, eds. Campbell-Walsh Urology. 11th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2016:chap 150.

Grinder NM, Cooper AR. Vulvovaginal and mullerian anomalies. In: Kliegman RM, Stanton BF, St Geme JW, Schor NF, eds. Nelson Textbook of Pediatrics. 20th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2016:chap 554.

Katz VL, Lentz GM. Congenital abnormalities of the female reproductive tract In: Lentz GM, Lobo RA, Gershenson DM, Katz VL, eds. Comprehensive Gynecology. 6th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Mosby; 2012:chap 11.

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Actualizado 11/20/2015

Versión en inglés revisada por: Robert A. Cowles, MD, Associate Professor of Pediatric Surgery, Yale University School of Medicine, New Haven, CT. Review provided by VeriMed Healthcare Network. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Isla Ogilvie, PhD, and the A.D.A.M. Editorial team.

Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.